La semana pasada cuando inicié un programa de detox (desentoxicación) basado en alimentarme durante 5 días con base en tres licuados diarios sustituyendo mis 3 comidas, más dos snacks saludables, pensé que estaría muriéndome de hambre y sacando hasta la última gota de fuerza de voluntad para cumplir la meta.
Hoy ha pasado más de una semana, y me encuentro no sólo feliz por haber logrado completar esa fase, también me encuentro feliz por la libertad, energía, productividad y plenitud que experimenté y sigo experimentando hasta hoy.
El motivo principal que me guió a tomar este camino no es el de recuperar la figura espectacular que comparto en este artículo (foto tomada hace 7 años)……. NO….…. mi preocupación en éste momento de vida no es tener un cuerpo “fit”, o muy delgado…. mi preocupación en éstos días es sentir que la energía que tengo me alcanza para:
Preparar comidas saludables para mi bebé.
Tener momentos de inspiración en mi día (lecturas, meditación, caminatas).
Tener curiosidad de preguntar a mi pareja cómo estuvo su día.
Bañarme, arreglarme y sentirme guapa con ciertos cuidados físicos.
Tener momentos de creación (escribiendo en mi diario o para este blog).
Mantener mi hogar ordenado y limpio.
Mantener comunicación con mi familia (aunque sea por whatsapp).
Atender a mis clientes como merecen.
Y la lista podría continuar….
Aún cuando me quedaba claro que la mejor forma de tener la energía para cubrir todas mis actividades, era la forma en la que comía, también me quedaba claro de que la brújula que me guiaba y lo que me funcionaba antes del embarazo, o estaba extraviada, o la había perdido.
Experimentar más vitalidad con éste cambio en mi alimentación, me trajo la certeza de saber como comportarme y qué hacer a la hora de comer, lo cuál fue tremendamente revelador, no sólo porque los suplementos alimenticios estaban haciendo su trabajo, sino también porque mentalmente no invertí energía diaria en preguntarme:
¿Qué quiero comer hoy?
¿Será saludable?
¿Es lo que necesito?
¿Será que lo como para que no se pierda?
“Mejor como lo que se me antoje….. total he trabajado duro hoy”
Dados mis niveles de cansancio y el proceso de re-descubrir mi cuerpo post-parto, tener estos diálogos conmigo misma eran parte de la regla para encontrar la fórmula mágica que me hiciera sentir con más fuerza física, mental y emocional…… lo cuál paradójicamente era también una gran fuga de energía.
Usualmente elegir que comer, es una combinación de escuchar lo que mi paladar me dice, y escuchar lo que mi cabeza me dice. Comer saludable en general no es un problema para mi…… pero tenía la brújula extraviada.
Entre las grandes revelaciones de esta experiencia que en realidad llamaría de desintoxicación mental, descubro esto:
Tal como lo decía en mi anterior artículo “Mi nuevo cuerpo tiene más peso, y me enfoco en sentir el peso de la experiencia que estoy construyendo no los números en la balanza”…. más sobre este artículo dale click aquí“
La pregunta que retumbó en mi cabeza y que estoy rumiando con esta experiencia alimenticia es:
¿Cómo sería tu vida con menos dudas?
¿Cómo quieres contar la historia de lo que te sucede?
¿Cómo puedes eliminar el ruido en tu cabeza para ganar más claridad?
¿Qué pequeñas cosas te dan una sensación de control y autonomía?
“Cuando identificamos y eliminamos los diálogos que nos impiden actuar en la dirección de nuestra salud y crecimiento, habrá en automático una sensación de poder, control y libertad”
Ahora vienen los Si….
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Maru García Marín
Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo