Liberarnos de emociones que se sienten pesadas y abrir nuestro corazón nunca fue más necesario que en este momento del mundo, y nuestras prácticas de higiene emocional pueden determinar no sólo nuestra calidad de vida, sino también nuestro destino.
Liberarnos de emociones que se sienten pesadas y abrir nuestro corazón nunca fue más necesario que en este momento del mundo, y nuestras prácticas de higiene emocional pueden determinar no sólo nuestra calidad de vida, sino también nuestro destino.
Este blog es un poco más largo de lo usual y las preguntas del final estoy segura, te serán útiles. El regalo
¿Alguna vez has estado en una situación en la que estabas consumido por el miedo y la confusión y todo lo que querías era que alguien te mostrara empatía? En un momento vulnerable como ese, puede resultar difícil reconocer cómo se ve la empatía en sus diferentes formas. Una experiencia con un médico dejó a Maru García Marín sintiéndose ofendida y no escuchada, pero al recordarlo ahora, se da cuenta de que él mostró empatía de una manera que ella no se dio cuenta en ese momento. En este artículo que invita a la reflexión, Maru reflexiona sobre lo que significa la empatía para ella y cómo puede afectar a quienes experimentan emociones intensas.
Confundir una productividad sana, con una productividad tóxica (exceder tus límites físicos, mentales y emocionales), es parte del trabajo de auto-conocimiento y liderazgo personal al que estamos siendo llamados muchos… especialmente después de la pandemia.
Cuéntame de ti…. ¿Qué haces ahora para impulsar tu bienestar y niveles de vitalidad? ¿Estás cuidando tu salud? ¿Cómo cuidas tu vitalidad, enfoque y sentido de bienestar?
“Si alguien te abandona…. Tú no te abandones”
Y aunque resultaría obvio pensarlo así, lamentablemente (especialmente nosotras las mujeres), poco después de sentirnos no vistas, rechazadas o abandonadas, procedemos a una serie de comportamientos auto-destructivos como comer en exceso, minimizar el valor de nuestras metas, mal manejo de nuestras finanzas, y hasta el propio bloqueo de emociones.
Para Edith Eager sobreviviente del holocausto y autora, la manera como aprendimos desde temprana edad a sentirnos queridos está basado en las tres “A”:
Atención.
Afecto.
Aprobación.
Me encanta como de una manera muy sencilla Edith en su libro “The Gift”, resume lo que considero la base de nuestra salud emocional y mental, sin embargo, la mala noticia es que en ninguna parte de nuestro sistema educativo nos muestran como proveernos la medicina de la triple “A”, sin depender en exceso del exterior (al menos ya siendo adultos).
Ser protagonistas de nuestra vida y desarrollar un liderazgo personal sano requiere que seamos expertos en cómo y cuándo proveernos a nosotros mismos atención, afecto y aprobación.
Las experiencias que co-creamos cuando no somos capaces de darnos la atención necesaria puede lucir así:
Tolerancia a situaciones abusivas y tóxicas.
Negación de las necesidades personales.
Procastinación y falta de iniciativa.
Autocrítica excesiva.
Como Mujer, desarrollar un músculo fuerte en mi propia auto-valoración y amor propio, es una práctica de ensayo y error cada día. Muchas teorías, modelos y prácticas están disponibles a la distancia de un click, sin embargo, el trabajo que puede ayudarte a habilitar o inhabilitar prácticas de amor propio está determinado a mi criterio por lo siguiente:
¿Soy digna de esto?
¿Merezco esto?
Si bien reconozco que me cuesta más auto-regularme emocionalmente, la otra cara de la moneda del proceso es que me ha permitido recordar y reforzar la premisa de que somos aprendices.
Al quitarle el peso que usualmente le damos a nuestra experiencia y conocimientos logrados, automáticamente nos liberamos de expectativas auto-impuestas sobre nuestro desempeño ideal, lo que a su vez nos permite mirar con más transparencia lo que nos pasa.
En términos prácticos la pregunta que quiero que te hagas conmigo es:
¿Cómo sería auto-regularnos emocionalmente mejor dejándonos guiar por nuestra curiosidad?
Aquí mi respuesta:
Primero. Reconocer el verdadero origen de mi emoción y preguntarme ¿qué específicamente me irrita/frustra/enoja/entristece/provoca miedo de esta situación?
Segundo. Explorar qué puede ofrecerme alivio y sensación de bienestar ante esta situación y preguntarme: ¿qué necesito ahora?, ¿qué me aliviaría distinto a obtener la respuesta/atención que quiero de esta persona/situación ahora?
Tercero. Reconocer el juicio o pensamiento automático que estoy teniendo y que puede ser causa de la irritabilidad o respuesta emocional exagerada. Preguntarme: ¿qué estoy pensando de esta persona y de su comportamiento que me irrita tanto? ¿en qué se relaciona conmigo ese comportamiento o actitud? ¿a quién me recuerda en mi historia este comportamiento que muestra esta persona ahora?
Estas tres recomendaciones me han permitido diseñar salidas más saludables en situaciones incómodas, evitando dejar la carga de responsabilidad en las circunstancias o en los demás.
Y claro…. una de sentido común es el tomar distancia de la situación, dar pasos atrás, retirarte de la escena, y sumarle una caminata, tiempo a solas, ejercicios de respiración o cambiar de estado enfocando la atención en una tarea que relaje.
Sé que lo que te describo no te es desconocido ¿cierto?
La pobre conciencia emocional por lo general nos conduce a comportamientos que no surgen desde nuestra sabiduría, y si desde nuestra humanidad instintiva, es por ello que una práctica de conciencia emocional es vital para poder sentirnos más en control cuando una situación gatilla en nosotros una fuerte respuesta emocional.
Exigirnos respuestas emocionales perfectas, es algo que no existe…. Y lo que aprendo de este momento de ir más profundo en mis competencias de gestión emocional, es que todo empieza y termina dentro de mí, y mientras más tiempo consciente invierta en cuidar mi jardín interior, podré no sólo imaginar la creación de paisajes maravillosos, también los podré crear con más fluidez y confianza sabiendo que mis acciones nacen del….
Te comparto esto, porque sé que como Mujeres, muchas cargamos con estas programaciones de “no merecer”, “no ser suficientes”, “no ser carga para la familia con nuestros gustos”.
Créeme, aunque seas una mujer independiente y con muchos logros en tu haber, tarde o temprano estas programaciones de sentir que no merecemos, o sentirnos culpables por regalarnos algo a nosotras mismas nos alcanzan, y terminamos dando respuestas automáticas a invitaciones que en el fondo tienen un llamado especial para nosotras.
Asumirnos merecedoras, completas y dignas de darnos lo que necesitamos, o lo que creemos puede proveernos bienestar es un músculo que como mujeres requerimos aprender a fortalecer, y al hacerlo convertirnos en pioneras, y modelar a las siguientes generaciones el valor de darnos a nosotras mismas lo que consideramos puede hacernos bien.
Si estos son temas que estás dispuesta a trabajar contigo misma, aún estás a tiempo de considerar mi programa online de 6 meses exclusivo para mujeres “Volver a Ti”. Escríbeme (coach@marugarcia.com) y conoce más de las bondades de este programa.
La siguiente es una anécdota que transcurrió hace casi 1 año… Mi esposo, mi hijo y yo llegamos a una
Después de haber transitado exitosamente varias semanas desde mi accidente, descubrí que mi tolerancia al dolor me abandonó… La escena
¿Te ha sucedido que ante una circunstancia de desafío emocional o crisis, desconectas las emociones y operas principalmente desde tu mente?, o tal vez sea lo contrario ¿Te vuelves una persona más emocional y menos pensante?
Sea cual sea tu estilo, yo tengo clara mi tendencia, y es justo por eso que en las últimas casi dos décadas he estudiado diferentes modalidades de inteligencia y gestión emocional, que no sólo me han permitido esta auto-conciencia y auto-regulación en momentos críticos, también me ha inspirado a crear soluciones apoyando a mujeres y hombres en su propia conciencia y gestión emocional