Me fui voluntariamente obligada hace 3 años de USA

(historia larga de final feliz)

Era el 1 de Julio del año 2018, mi esposo, mi hijo de 3 años y yo, salimos con equipaje para dos semanas de la que había sido nuestra casa en los últimos cuatro años en la Bahía de San Francisco, con miras a atender a la cita de renovación de nuestra visa de inversionistas en la Embajada de Estados Unidos en México.

Tal como en los últimos previos 5 años ya sabíamos que hacer, más en esta ocasión la respuesta de renovación no fue inmediata, muy al contrario, lo que usualmente tomaba una semana, ahora tardó 7 meses, para encontrarnos luego de esta larga y angustiante espera con el veredicto de: “Visa No Renovada”.

Regresar a cerrar nuestra casa, y regalar gran parte de nuestras pertenencias mientras asimilábamos que el 90% de nuestras fuentes de ingresos estaban suspendidas, y que nos habíamos consumido casi todos nuestros ahorros no fue lindo, y en mi caso hubo altas dosis de drama en los meses posteriores dado que me resistí por bastante tiempo al obligado cambio de vida.

Foto: Garage Sale para desmantelar nuestra casa en S.F. mientras mi hijo se divertía jugando.

Como parte de esa resistencia, un día conversé con mis amigos Ivette y Alfonso, talentosos artistas y emprendedores venezolanos, quienes bajo la categoría de artistas lograron su permanencia legal en los Estados Unidos con una Visa O1 conocida como visa de “Habilidades Extraordinarias”. Hoy ambos son los propietarios de un exitoso negocio de producción audiovisual llamado 3 López con base en California, y cuentan con múltiples logros en su haber, entre ellos un Grammy.

Dado el éxito que ellos tuvieron al obtener esta visa…. con escepticismo y mucha curiosidad… en la primavera del año 2019 hablé con el abogado que les ayudó en su trámite, mientras internamente me preguntaba: ¿Pero como es que yo sería candidata a esta visa… si yo no soy artista? ….(mi escéptico interior incrédulo parloteando).

El caso es que el abogado sin titubear después de escucharme unos minutos me dijo…. si claro…..tu eres candidata a esta Visa, y desde allí inició la apuesta a una búsqueda que me tomó 3 años (pandemia de por medio), y que consistió en un trabajo de hormiga para recabar evidencias de éxito sobre mi trayectoria profesional y mis “habilidades extraordinarias” como facilitadora, conferencista y consultora, y con ello demostrar que mis talentos son requeridos en los Estados Unidos.

Tocar puertas aquí y allá con clientes para obtener cartas firmadas, contar con memorias fotográficas organizadas, seleccionar minuciosamente el evento o proyecto que me hiciera lucir como una verdadera “Rockstar” no fue fácil.

En Marzo de este año (2022), finalmente completé mi expediente con un envío de 3 kilos de documentos a mis abogados en los Estados Unidos.

El pasado 19 de Julio (2022), acudí a mi entrevista para la aprobación final de mi visa, estaba por supuesto nerviosa por toda la dedicación (emocional, mental y financiera) a este proyecto, pero también muy en paz, pues reconocí que la inesperada y desagradable forma como sucedieron las cosas, se convirtió en una gran oportunidad para profundizar en mí, y especialmente para reconocer y replantearme mi valor y experiencia con la excusa de un evaluador externo (USA), proceso que al final del camino me dio el regalo de suavizar y estrechar más los lazos amorosos con mi propio evaluador interno.

Al salir de mi entrevista la sensación de triunfo era indescriptible, no sólo porque me mantuve firme en mi propósito de lograr esta nueva visa que me permite vivir y trabajar en los Estados Unidos, sino también por superar muchos obstáculos y excusas manteniéndome enfocada en el logro de esta meta.

Atesorar 3 kilos de documentos que conformaron mi expediente final, es en sí mismo un logro que construí en los últimos 20 años, y que gracias a este proceso me ocupé de apreciar con más conciencia, independientemente de las opiniones y evaluaciones de otros.

Mientras construía esta narrativa interior de “rockstar” con las evidencias, hubo días en los que mi escéptico interior me decía: ¿De veras vale la pena todo este esfuerzo?, ¿De veras ellos verán esto que yo hago como un talento extraordinario?, ¿Será que mejor enfoco mi energía en aceptar lo que pasó y mirar a otras direcciones?

Pero a pesar de mi cansancio y dudas a ratos, recabar tantos datos y detalles me hicieron conectar a un nivel mucho más profundo con la importancia del aprendizaje como valor central en mi vida, con las recompensas de un trabajo bien hecho por la mera motivación al logro, con mi tendencia a siempre abrazar altos estándares y por sobre todo con la ilusión de brillar para tocar otras vidas y crear un efecto multiplicador de luz y crecimiento.

Hace poco más de un mes tuve la inmensa satisfacción de regresar a California después de 3 años. Anhelé por tanto tiempo regresar (no como turista), lo visualicé tanto en mis meditaciones y por supuesto puse esmerada disciplina para hacer que sucediera.

Foto: Curso facilitado en Oxnard California para líderes en la Agricultura

En este mi primer viaje, después que el agente de migración selló mi pasaporte las lágrimas de satisfacción fueron inevitables. Fue un llanto de algarabía, y de agradecimiento porque simbólicamente todo el proceso me condujo a estar más lista que nunca para compartir aprendizajes a través de mis programas y conferencias, incluyendo las lecciones que se sembraron por esta experiencia.

Después de 3 años, mi corazón sonreía de alegría por ver rostros conocidos en mi primer curso de vuelta en California, así también mi gratitud para clientes y amigos que se mantuvieron firmes deseando mi regreso y que me ofrecieron su apoyo incondicional.

Deseo que este mensaje te inspire a creer en tus sueños y sobre todo en tus capacidades, no importa en qué momento de vida te encuentres. Sostener un anhelo que se siente cierto en tu corazón y actuar en consecuencia no puede más que conducir a un exitoso destino.

Si quieres acompañar este relato con imágenes que muestran lo descrito visítame en mi cuenta de Instagram para observar lo siguiente:

Imagen 1: La foto que me tomé saliendo de la entrevista en la Embajada de USA en Guadalajara + 3 kilos de mi expediente.

Imagen 2-3: Cierre de nuestra casa en la bahía de San Francisco en Febrero 2019.

Imagen 4-5-6: Preparativos finales de mi expediente.

Imagen 7: En mi habitación de hotel antes de ir a la sala a facilitar mi primer curso después de 3 años en California.

Imagen 8: Con el equipo de clientes/amigos que me contrató.

Imagen 9: El numeroso grupo que asistió al curso de liderazgo y manejo de conflicto en Oxnard, CA.

Imagen 10: Gozando la materialización de mi anhelo y visión en la playa Crissy Field  en San Francisco.

Desde mi Poder y Magia a la tuya,

Maru García Marín

Psicólogo, Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo