La siguiente es una anécdota que transcurrió hace casi 1 año…
Mi esposo, mi hijo y yo llegamos a una cita de una clase para mi hijo. En esta ocasión fue mi esposo quién coordinó todo, era un nuevo lugar, un nuevo maestro, un nuevo deporte.
Eran las 4:15 p.m. y a pesar de mi cansancio decidí que quería estar presente en esa nueva experiencia para él.
Ese día fue muy particular, me había venido la menstruación, era la hora del día en la que mi energía tiende a bajar, y la noche anterior dormí escasas 6 horas por preparativos extra a un viaje de trabajo, es decir, había todas las condiciones necesarias para estar más propensa a ser reactiva y tener poca paciencia.
Al llegar al lugar, nos sorprendimos de encontrarnos solos, para luego descubrir que llegamos una hora antes del inicio de la clase.
Mi actitud corporal fue de plena frustración hacia mi esposo por no ser más cuidadoso de verificar bien toda la logística. Al cabo de 10 minutos no pude contener mi enojo, y ventilé discretamente mi frustración, o al menos yo pensé que había sido discreta, pero mi hijo replicó esto:
“Mamá, por qué a papá lo regañas y te enojas cuando comete un error, y cuando yo cometo un error no te enojas conmigo (niño de 7 años)”.
Sentí el comentario como una sólida e inteligente declaración… hice silencio unos segundos.
Su observación la sentí, por un lado, como un triunfo a mi evolución en competencias emocionales para tratar a mi hijo respetuosamente en momentos tensos, pero sí, ciertamente a mi esposo no le tuve, y no le suelo tener la misma paciencia.
El caso es que mientras salía del shock de su confrontación alcancé a responderle: “Hijo, tú eres un niño y cuando cometes errores estás aprendiendo, pero papá es un adulto y hay cosas que son su responsabilidad y que debe estar más atento”. Y así ejecuté mi salida justificada del asunto.
La verdad, no tengo idea del impacto que mi respuesta creó en él, lo que sí es cierto es que crear dinámicas familiares saludables, en las que se viven y honran las emociones, y se expresan en su justa medida… es tremendamente difícil.
Muchos de nosotros fuimos niños con escasa o inapropiada contención emocional, o con restringida posibilidad de expresar abiertamente nuestras emociones sin ser juzgados, y ahora como adultos, claro que esas historias nos alcanzan tarde o temprano si no hacemos un trabajo personal de introspección y sanación.
Navegar el aprender a ser el adulto que nosotros necesitamos para nosotros mismos, y la pareja que le da soporte a una convivencia familiar saludable no es tarea fácil, y en mi opinión asumir una postura de aprendiz, y comprometernos como mujeres a volver a nosotras mismas para escucharnos y entendernos es clave.
Ser las mujeres adultas y sabias que quisiéramos ser requiere:
Lograr que nuestra natural sensibilidad sea un horizonte que no enterremos en el fondo del mar solo por las incomodidades y reacciones que provoca en nosotras mismas y en otros, es una meta necesaria, y es por ello que en mi quehacer como psicóloga, coach y facilitadora me he enfocado a crear espacios que inviten a las mujeres a sentirse en confianza de compartir sus propios deslices emocionales, dudas, confusiones…. Y a la vez, incentivarlas a reconocer toda la brillantez que tal desnudez representa.
Y justo para provocar este despertar y conciencia de nosotras mismas, es que he creado mi programa online “Volver a Ti”. En este programa te comparto cómo mantenerte en el camino de reconocer tus deseos, cuidar tu energía, honrar tu cuerpo y vivirte con salud emocional.
La dinámica del curso ha sido pensada para mujeres ocupadas y determinadas a crear tiempo para sí mismas. Cada mes (durante 6 meses), exploramos una (1) lección que recibirás pregrabada con su guía de ejercicio, y al final del mes tendremos una sesión de coaching grupal en vivo muy útil para explorar tus particulares inquietudes y desafíos.
Si eres mujer y te identificas con estas búsquedas, te invito a conocer las opciones de registro a mi programa “Volver a Ti”, ahora mismo está en pre-venta con registro preferencial hasta este viernes 29 de marzo.
Para conocer más sobre las opciones de registro, escríbeme a: coach@marugarcia.com
Desde mi Poder y Magia a la tuya,
Maru García Marín
Psicólogo, Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo