Aterrizar en Jalisco

Aterrizar en Jalisco, cuna del Mariachi y el Tequila en el año 2000, me ofreció un full immersion inmediato sobre los gustos y preferencias de los mexicanos.

Algunas cosas que he observado con curiosidad y admiración son:

• Los lugares de comida tipo fondas, se esmeran por decorar la exhibición de los alimentos con ramas verdes para ofrecer vistosidad.
• Quienes te atienden en un mercado  usarán calificativos de “patrona”, “guerita”, “doñita”.
• Sobre el significado de “guerita” aún sigo haciéndo mis análisis porque en ocasiones es una persona de piel blanca y cabello claro, y en mi caso (que no es el caso), algunos me llaman guerita.
• ¿No le vas a poner salsita? Es una pregunta típica al disponerte a comer algún alimento. La salsa es el elemento infaltable en cualquier platillo mexicano.  
• Música de banda y mariachi son los ritmos bailables predilectos especialmente de Jalisco hacia arriba (norte).
• En Jalisco las “tortas ahogadas” son una delicia culinaria que provoca mucho orgullo, y consiste en un pan relleno de carne y bañado en salsa de tomate, es decir, un pan bañado en salsa.
• A los hombres les encanta hacerse peinados y acomodos en su cabello usando gel. (Mi hijo espera con ansias ir con nuestra peluquera porque el toque final es engominar todo su cabello).
• La hora del almuerzo para un venezolano sucede entre las 12:00 y 1:00 p.m; para los mexicanos es la “Comida… el almuerzo es otra cosa” y sucede en cualquier momento entre las 2:00 y 4:00 p.m.
• Para la celebración del grito de la independencia (un día como hoy), los niños y adultos visten trajes típicos… me enternecen las niñas con trajes largos y los niños vestidos de charros.

Estimular nuestros sentidos siguiendo hábitos que se han sembrado desde nuestra infancia es un salario emocional incuantificable.

En las dos décadas compartiendo con la cultura mexicana, y más allá de mis preferencias y gustos personales (no soy amante de gran parte de los platillos mexicanos)….. siempre he visto con admiración la pasión y entrega del mexicano por sus raíces, mismas que se manifiestan especialmente a través de sus variados platillos, originales textiles y artesanías, e incomparable música.

El apego a nuestras tradiciones refuerza nuestro sentido de “ser”, y también justo ese apego puede crearnos conflictos internos necesarios de transitar, si aquello que la cultura te ofrece no calza con tus gustos y preferencias personales… ¿te ha sucedido?

Dada mi esencia gregaria, puedo disfrutar de lo que mi Venezuela querida ha sembrado en mí, y también es cierto que muchos gustos y preferencias de mi cultura de origen no disfruto.

Las preguntas que quiero hacerte partiendo de la inspiración que me provoca el encontrarme en México respirando ambiente festivo hoy son:

• ¿Qué amas más de tus raíces?
• ¿Qué hábitos de tu cultura has aprendido a no repetir?
• ¿Qué te apasiona enseñar a tus hijos sobre la cultura en la que creciste?

Disfrutar de las tradiciones con conciencia implica hacer la distinción entre aquello que hago porque nutre mi sentido de pertenencia e identidad, y aquello que me obligo a realizar sólo para encajar y ganar aprobación….. la diferencia entre estar de un lado o de otro, a mi criterio se llama “madurar y ser tú mismo”.

Si mis reflexiones te inspiraron comparte.. comparte… escríbeme acá abajo.

María Eugenia García Marín

Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo