Como hija mayor y mujer inquieta desde temprana edad aprendí que una forma de ganar reconocimiento era haciendo cosas dignas de aplaudir (ser buena niña), y estar siempre disponible para atender las necesidades y deseos de otros.
Como adultos resulta súper seductor para nuestro ego, el sentirnos indispensables y necesarios, lo que nos hace estar entretenidos gestionando la vida de otros, y evitando consciente o inconscientemente gestionar nuestra propia vida y necesidades ¿Suena familia?
Si eres mujer, estoy convencida que la mayoría hemos cultivado un chip interior en el que nuestro sentido de propósito y valía está altamente vinculado a un resultado externo, o a sentirnos 100% responsables por la felicidad o bienestar de otra persona, lo que nos permite ser expertas en todo menos en nosotras mismas.
Cuando posponemos nuestras necesidades y deseos infinitamente, o peor aún perdemos conexión con lo que nos produce bienestar ¿Ya no sé ni lo que quiero?, entonces las dosis de duda, auto-crítica y frustración encuentran el terreno fértil para crecer y crecer, lo que hace que nos esmeremos más por los anhelados resultados externos como forma de alivianar la ansiedad o desconexión interior que sentimos.
No quiero que mi discurso se confunda con el victimismo (pobre de mi). Vivimos en un mundo en donde la mayoría gozamos de libertad de elección, y es nuestra responsabilidad hacer uso de esa libertad. Sin embargo, aunque la libertad externa está allí para ser tomada, el trabajo más desafiante sucede dentro…. ¿Gozamos las mujeres de libertad emocional?…. no del todo…. Cuando nos aferramos a ideas preconcebidas o tomadas de otros sobre ¿cómo debo comportarme, cómo deben lucir mis hijos, cómo debe ser o lucir mi relación de pareja?, por mencionar algunas de las expectativas más obvias….. entonces la libertad que nace de vivir en el presente fluyendo con nuestros deseos y nutriéndonos de nuestras relaciones (no sólo nutriendo a otros) se desvanece.
Y aunque desde nuestra lógica podría resultar sencillo decir “esa no soy yo”, a la hora de asumir con firmeza la decisión de apartarnos y decir no para crear espacio para nosotras…… la inevitable CULPA hace de las suyas.
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Desde mi Poder y Magia a la tuya,
Maru García Marín
Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo