Mientras hacía mis planes para vivir en Dublin en el año 2011, mi amiga Isabella Ricoveri desinteresadamente ofreció su apoyo gracias a un amigo que nos enlazó.
Mi solicitud para ella estaba enfocada en que me ayudara a conocer opciones de vivienda cercanas a la Universidad a la que asistiría, a lo que ella respondió: “Mi bella tengo un presupuesto limitado, y la zona que me pides explorar me queda lejos, apenas tenga tiempo iré caminando para investigar lo que me pides”……. para mi fue hermoso recibir este apoyo y lo valoro, tanto como los intermitentes intercambios que seguimos teniendo a lo largo de los años por diferentes medios electrónicos.
¿Alguna vez recibiste ayuda desinteresada?, alguien que apenas conocías y que se comprometió con tu necesidad o deseos como si fuera propio….. Así lo hizo Isabella.
Hablar ayer con mi amiga Isabela Ricoveri fortalece en mi la importancia de aprovechar y vivir cada momento, y el ofrecer ayuda desinteresada por el puro placer de hacerlo. Mi relación con ella ha sido virtual, pero las muestras de cariño y de conexión emocional que hemos tenido para mi supera a cualquier encuentro presencial. ¿Tienes amistades valiosas que se crearon sin encuentro presencial?……. yo tengo muchas.
Isabella hoy se encuentra ante un importante desafío de salud, y aunque sabemos intelectualmente que la vida es prestada, que es un respiro, que es corta…. nuestro diario actuar muchas veces refleja una conciencia de inmortalidad…(me incluyo).
Cada pérdida, afectación a nuestra salud, o evento externos que roban nuestra paz, pone a prueba nuestra capacidad de elegir conscientemente en que queremos enfocarnos: ¿nos enfocamos en el miedo que provoca la situación, o nos enfocamos en las posibilidades de ampliar nuestra perspectiva, resiliencia y amor propio?
Te invito a apreciar y agradecer los pequeños detalles.
En la imagen un rinconcito de mi casa que me encanta y me recuerda la importancia de apreciar los pequeños detalles, y las memorias que llegan para quedarse y alimentar nuestro espíritu para siempre. Así fué para mi cuando me bañé en el Lago di Garda (Verona), en Instintino (Sardegna) y en Castellammare del Golfo (Sicilia)… como lo muestran las tres imagenes en los cuadros que tengo en casa.
¿De qué te sientes agradecido hoy?
¿A cuáles memorias recurres para recordarte que eres un ser inmensamente afortunado?
Gracias Isabella por alimentar mi dosis de: “vive en el presente y se agradecido” que me inspira tu proceso.
Comparte conmigo aquí abajo como te llega mi reflexión, o comparte esta publicación con quien sientas le vendrá bien.
¡Éxitos!
Maru García Marín
Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo