Viajar con frecuencia por placer, o por trabajo, es algo que ha caracterizado mi estilo de vida desde que salí de mi país natal Venezuela en el año 2000.
Mantener un ritmo más casero que ofreciera a mi hijo la estabilidad de rutinas y horarios, y a mi la oportunidad de experimentar más la vida hogareña convencional, ha sido mi propósito desde hace casi 1 año.
Para alguien como yo adicta a la variedad, debo confesar que vivir en acto de “play”, “stop” y “vuelve a empezar” con las mismas rutinas por días continuos es toda una prueba en el ejercicio de mi liderazgo conmigo misma.
Crear un estilo de vida como mamá, en donde hay lugar para las necesidades de mi hijo, y hay lugar para mis necesidades es indispensable, así como lo es el estar alerta a no caer presa de los mitos y creencias sociales más populares en donde si eres buena mamá tienes que sacrificarte…… por experiencia propia lo digo (considerando las veces que he caído en esta trampa): ES UNA TONTERÍA pensar así.
¿Quién soy?, ¿A dónde pertenezco?, ¿A dónde voy?….. son preguntas que sin duda tomas más seriamente en tus cuarentas, y si bien las respuestas son un proceso en construcción continuo, lo lindo es no tenerle miedo a las preguntas.
Asumir que soy hija de la madre tierra y no de un pequeño territorio del universo, me ha dado alas para crecer y adaptarme a nuevas culturas, y juzgo que a todos quienes han dejado su tierra natal por elección o por necesidad se benefician de esta visión de vida más amplia e incluyente.
Desde que soy mamá mi alma hogareña conversa más con mi alma gitana para lograr alianzas….. y estoy siendo observadora atenta de estas conversaciones.
Para ti: ¿Quién eres?, ¿A dónde perteneces?, ¿Hacia dónde vas?
Hacerte estas preguntas sin duda, fortalece tu liderazgo contigo misma.
Desde mi poder y magia a la tuya,
Maru García Marín