Qué bonito leer que dejando ir también se gana y que, a veces, aferrándonos, no conseguimos nada.
En este momento cobra mucha meas fuerza esa frase que reza que ¡el tiempo de Dios es perfecto!
La vida se encarga de dejarnos saber cuándo debemos dejar ir algo, cuándo debemos seguir aferrados, cómo debemos hacerlo, etc. Todas esas respuestas las conseguimos viviendo, experimentando, pasando por momentos no tan gratos pero que son de aprendizaje. En fin, a veces nos gusta, a veces no, lo cierto es que todo el tiempo estamos en constante aprendizaje.
La madurez juega un papel vital en esta decisión de dejar ir algo o seguir aferrado a ello.
Lo cierto es que seguir trabajando en lo deseado es la mejor opción que veo, bien porque deseo ciertos resultados o bien porque debo aceptar los resultados que obtenga aun y cuando no me gusten.
Esta artículo no escapa de aquellos que me alimentan el alma y me hace crecer cada día más.
¡Gracias Maru! Como suelo comentarte, leerte me genera sensación de bienestar que luego llevo a todo lo que hago.
Un fuerte abrazo desde nuestra querida Caracas que hoy está e cumpleaños.
Si estamos despiertos y abiertos a escuchar, todos tenemos la capacidad de reconocer cuando hay que dejar ir….es el ego, el orgullo y la parte oscura del ser testarudos la que nos crean dificultades ante situaciones que no necesariamente tendrían que ser de sufrimiento. ¡Sigamos conversando Omar!
Extraordinaria reflexión que también siempre me hago porque también pasé por allí con un final diferente, pero entendiendo que Dios siempre sabe más y que debemos aceptar y fluir!
Hola Yasmari, las mujeres y parejas que hemos vivido esta experiencia son más de lo que creemos. Estoy segura que este viaje de búsquedas y frustraciones te ha permitido conocerte más y despertar o reforzar la líder que hay en ti. Explorar nuestra misión de vida y tener un proyecto hacia el cual movernos nos da un sentido de propósito que trae satisfacciones para vivir la vida a plenitud. ¡Bienvenida a esta comunidad! ¿Ya te suscribiste para recibir los artículos de mi blog?
Bueno, bueno bueno, también pasó por allí, las frustraciones mensuales de 10 años de búsqueda para tener bebé, con agravantes: trabajaba en un preescolar con niños todos los días. Llegué a recibir ramos de flores “el día de la madre”, más no de los propios. Nunca descansé de lograr mi sueño, pero si solté la forma en que se llevaría a cabo. Los hijos vinieron a través de otra vía, la adopción. Tengo dos hijas hermosssssisimas (por dentro y por fuera), hoy descubro que son “mis hijas”, de verdad, de vidas pasadas. Ni se imaginan cuanto me alegra, que hayamos decidido juntas, compartir esta vida. Son espíritus antiguos con mucha sabiduría; “son mis maestras”. El plan ya estaba concebido, la meta: ayudar a otros no sólo a lograr la adopción sino también a tomar la decisión. Tuve una fundación en Caracas, con colaboradores como: ginecoobstetra, juez de menores, abogado y por supuesto mi esposo, pieza clave y fundamental para lograrlo. Hoy tengo la dicha de decir que soy y fuí un instrumento para que otros alcancen sus sueños. Algún día tendré la ocasión de contar ese capítulo de mi vida sorprendente……..completo!! Conclusión: “nada es lo que parece”…..
Wuaoo Melissa, cuanta sabiduría femenina ha de venir de la mano de una experiencia que transformaste en posibilidades para ti y para otros. Cuando nos vemos en persona quiero conocer la historia completa. ¡Gracias por compartir este capítulo tan íntimo!
9 Comments
Maru: celebro tu maternidad en proceso, te auguro una vida de muchos más desafíos y satisfacciones y agradezco este artículo y esa oración recuperada, que en perfecta dincronicidad han llegado a mí hoy.
¡Me alegro Alicia!….”todo está en perfecto orden divino”.