Como una niña que siempre lleva en su interior a un adulto curioso y sensible para captar todos los mensajes que provienen del mundo de las emociones describiría mi experiencia de haber visto este fin de semana la película “Inside Out”, traducida en idioma español como “Intensamente”.
Para hacer de esta experiencia algo más especial aún, disfruté de la invitación de una amiga a ver la película en el cine de los estudios Pixar (sus creadores) a poco menos de 30 min. de mi casa en Emeryville, California. Entrar a los estudios Pixar me trajo inmediatamente la sensación de estar en un espacio único dedicado a la creación y la expresión del talento. Observar los Oscars ganados y expuestos en el ingreso del edificio titulado “Steve Jobs”, es el recordatorio de que no sólo hay talento sino de que ha sido reconocido.
La película tiene un derroche de creatividad y sensibilidad. No está limitada a edades ni a personalidades y esto es posible gracias al énfasis en la descripción de situaciones de vida propias de la “Condición Humana” tales como: de qué forma se crean nuestras memorias más importantes, cómo nos afectan esas memorias, qué relación hay entre nuestras memorias y nuestro comportamiento, y en definitiva como funciona el cerebro y el rol protagónico que tienen las emociones en todo este concierto.
La representación gráfica del cerebro dominada por 5 emociones (alegría, tristeza, miedo, rabia y repugnancia), marca la pauta para el desarrollo de toda la película y con ello despierta en mi la más profunda fascinación al ver que conceptos que podrían ser muy complejos de explicar quedan manifestados con humor y extrema originalidad.
Sin duda, la descripción de lo que pasa con nuestra mente y su íntima relación con nuestras emociones hace del viaje de ver esta película una experiencia de auto-observación. Reconocer que hay memorias que tienen el doble poder de alegrarnos o entristecernos, reconocer que hay historias que conviene dejar atrás u olvidar para crear nuevas, reconocer que cada emoción tiene su rol y contribución en nuestras vidas es parte del bello mensaje.
Sin duda es una película educativa, que invita a muchos a disminuir el analfabetismo emocional y a hacer a un lado los juicios negativos o el rechazo social del que goza muchas veces la emoción de la tristeza, especialmente en una sociedad que sólo quiere personas exitosas y que muestren su lado alegre y optimista todo el tiempo.
Como diría Susana Bloch (autora chilena experta en emociones), las emociones básicas (alegría, tristeza, miedo, ternura, coraje y erotismo), son básicas porque cumplen una función en nuestra vida, todas nos ayudan a ser y evolucionar.
Me alegra que a través de esta película muchos niños y adultos se educarán en aceptar con más facilidad que los momentos de tristeza requieren un espacio en nuestras vidas. Evitar la tristeza es contribuir a que se quede más de lo necesario, es fomentar el dolor y el sufrimiento. Muchas veces me sorprende ver personas quejarse de sus tristezas cuando lo único que han hecho es pelearse con ella evitándola y negándola.
Démosle la bienvenida a las emociones con toda su gama de colores, es esto lo que nos hace humanos, es esto lo que nos hace seres vivos y vulnerables.
No existe tal cosa como unas emociones más importantes que otras, todas tienen un rol.
Como siempre me encanta recibir tus comentarios a coach@marugarcia.com, ya sea que hayas visto la película o no. Para despedirme quiero dejarte con estas preguntas:
¡Éxitos!
Maru García Marín
Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo