Mientras escuchaba el pasado mes de Abril un episodio del podcast de Brené Brown, me conmoví de reafirmar que cosas tan simples y de sentido común como el hecho de que “no somos los mismos a partir de la pandemia”, fuera el argumento central de conversación con su invitado el autor, investigador y psicólogo organizacional Scott Sonenshein.
Mi versión sobre estas provocadoras reflexiones del podcast las traduzco a esto:
“No somos los mismos porque a lo largo de más de dos años, masivas acciones diarias transformaron nuestro estilo de vida invitándonos a cuestionarnos con más honestidad nuestros gustos, preferencias y en definitiva la forma en la que respondemos a las preguntas existenciales más básicas ¿quién soy?, ¿hacia dónde voy?”
Y para aquellos que no escaparon al llamado de verse a sí mismos, y replantearse propósitos de vida, es posible que aún estén transitando lo que en psicología se le llama un “Cambio de Identidad”.
La forma más sencilla que encuentro de graficar el significado de un cambio de identidad es a través de la pirámide creada por Robert Dilts y los niveles neurológicos.
La pirámide de los niveles neurológicos consta de 7 escalones, los primeros dos se enfocan en los cambios que suceden a nivel del “ambiente y comportamiento”, y se refieren a los cambios impulsados por el HACER, luego le siguen los escalones “Capacidad, Creencias y Valores”, y posteriormente hasta el último nivel, “Identidad y Enfoque Sistémico”, siendo estos cinco últimos los cambios asociados al SER.
¿Por qué te hablo de esta pirámide y el hecho de que no somos los mismos?
Cuando nuestra transformación personal está tocando nuestras creencias, valores e identidad, estamos dando a luz a una nueva versión de nosotros, y mientras esa versión cargada de nuevos propósitos y visión emerge, es posible que haya ensayo y error, confusión, y muy especialmente cambios emocionales bruscos (duelo).
Hay 4 hechos que se han perdido de vista en el ejercicio del liderazgo en las organizaciones, como eventos mega significativos que afectan nuestro desempeño, rendimiento y por ende el rendimiento de una organización o negocio.
La forma en la que cada persona/líder ha transitado y acepta estos 4 hechos determina su capacidad de conexión e influencia consigo mismo, y la efectividad en la conexión y liderazgo hacia otros:
¿Cuál de estas 4 situaciones estás trabajando o quieres trabajar más para reconectar contigo mismo y tus colaboradores?
Me encantará leerte aquí abajo en la sección de comentarios.
Maru García Marín
Psicólogo, Coach y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo
PD: Explora mis programas de coaching 1:1. También mis programas de Liderazgo para organizaciones maru.garcia@humanstrategy.net