En los últimos 16 años ser siempre una extranjera me ha dado innumerables y valiosos aprendizajes. Ejercitar el desapego (en un inicio forzoso), con muchos de tus hábitos culturales, gustos del paladar y estilo de relacionarte, sin duda te hace crecer y ampliar tu capacidad de adaptación y disfrute de la vida independientemente de donde te encuentres.
Días atrás acudí a una feria venezolana, la primera al parecer celebrada en el área de la Bahía de San Francisco. Mientras presenciaba una de las presentaciones de bailes folklóricos, mi respiración se detuvo y una mezcla de emociones se cruzaron en mi pecho, las lágrimas se asomaron brevemente…. dentro de mi me decía: “Ésta es la alegría de mi gentilizio”….
Aprender a adaptarse no es lo mismo que olvidar, y como lo leí hace poco en una publicación de Jurguen Klaric: “ En el mundo no existe algo bueno, ni malo, sólo existen memorias que hacen que las cosas signifiquen cosas buenas o malas”.
El poder de nuestras memorias emocionales es infinito, en fracción de segundos una canción, un olor, un sabor, un gesto puede transportarte a experiencias previas ancladas a tu cultura, tus valores, lo que te es familiar.
Como resultado de mi visita a esta feria, traje conmigo un hermoso acompañante, sobre el cual muevo el ratón (mouse) de mi computadora. (ver foto). Entre varias coloridas y hermosas opciones elegí esta de manera muy intuitiva….. colores, casas, iglesia, naturaleza….. simbolismos muy propios de la cultura latina…..de mis raíces venezolanas.
Como resultado de ésta experiencia, la reflexión que traje a mi y que quiero compartir contigo es:
¿Cómo está tu hogar interior?
(Yo estoy revisando como está el mío)
Los elementos externos, lugares, coreografías, pueden cambiar innumerables veces en nuestra vida, más lo que nosotros elegimos hacer con cada experiencia abre una maravillosa puerta llamada: “Auto-conocimiento”……..Cultivar nuestro jardín interior, no es más que aprender cada día a sintonizar con lo que necesitamos y hacernos expertos en nosotros mismos.
Cultivar y reforzar memorias que nos traen satisfacción y placer es parte de la naturaleza humana.
Cambiar de País.
Cambiar de Casa.
Cambiar de Pareja.
Cambiar de Proyecto profesional.
Todas son experiencias con potencial de despertar memorias e invitarnos a extrañar o desear algo distinto a lo que tenemos, o bien acercarnos a un ideal o sueño.
Cultivar nuestro hogar interior, es mantener en alto nuestra curiosidad para vivir en el presente y escuchar los llamados de nuestras necesidades emocionales y espirituales.
En mis inicios fuera de mi país, durante los 2 primeros años no me la pasé muy bien (si, me tomó algo de tiempo)…….hasta que llegó un día que me cansé de extrañar y me cansé de vivir creyendo que necesitaba algo más……..f ue entonces cuando decidí que haría de mi experiencia como extranjera la oportunidad perfecta para aprender y disfrutar de la vida, y que mi hogar está en mi interior, y soy yo quién lo construye cada día.
Con los innumerables cambios y noticias tristes alrededor del mundo, es fácil distraernos en las situaciones que aparentemente no podemos controlar o mejorar, más hay algo que siempre está a nuestro alcance y es la decisión de elegir ¿cómo me quiero sentir?, y ¿por cuánto tiempo me voy a permitir experimentar determinadas emociones?….o estados mentales que pueden ser los que invitan a las memorias a aparecer como fantasmas y recrear estados que no son beneficiosos.
Para ti que me lees independientemente de que seas un extranjero/expatriado o no: ¿Cómo cultivas tu hogar interior?, ese que no depende del lugar donde estés, la comida que comes, el clima que te rodea, el idioma o modo de conversar de donde te encuentras……Si tu hogar interior es un jardín ¿cómo luce ahora mismo?
Me súper encantará conocer tus reflexiones. Como sabes escribo sobre las experiencias cotidianas en mi vida y el intercambio me es nutritivo. Te espero aquí abajo en los comentarios en mi blog.
¡Éxitos!
Maru García Marín
Coach, Mentor y Trainer en Gestión Emocional y Liderazgo
PD1: Andrés Pérez Jurado es el nombre del artista/pintor Venezolano. Para conocer más sobre su trabajo puedes visitar su página de Facebook
PD2: Esta maravillosa compra la logré gracias a mi querido Omar quién detectó acertadamente (después de verme por semanas con una revista debajo de mi mouse :O), que yo necesitaba esta compra….. además por mis gustos artísticos me guió al lugar adecuado 🙂
8 Comments
Hola Maru, al leerte me hiciste recordar un anécdota que me pasó ya hace algunos años, yo soy originario de la Ciudad de México y por cuestiones laborales me estaban transfiriendo a Chicago, ciudad que quiero mucho, e incluso había vivido por periodos cortos, aunque esta vez se sentía diferente. Ya que no me sentía turista, pero tampoco me sentía esta vez como local, siempre con una sensación de que había dejado algo en mi tierra. Que además así había sido ya que en México se había quedado mi esposa que además se encontraba embarazada.
Yo si quería hacer una vida nueva en Chicago, pero ella no tenía la mínima intención de moverse. Por lo pronto me sentía un poco atrapado con mi situación ya que no tenía otra oportunidad laboral real.
El cumpleaños de mi esposa es en septiembre y coincide con el día de la independencia, por lo que la invite a que me visitara y pasáramos unos días juntos en Chicago, así fue ella llegó esa semana. Por otro lado se cumplían 200 años de independencia y en México mi ciudad capital habían preparado un evento al cual por obvias razones no podía asistir, pero yo tenía toda la intención de estar ahí.
Como sea le ofrecía mi esposa ir al Millenium Park a festejar nuestro evento de independencia ya que Chicago aloja a una importante cantidad de migrantes mexicanos.
Estábamos viendo el evento que ahí se presentaba, eran desfiles de cada uno de los estados y una chica pasaba vestida de los trajes típicos de la región y con música de cada uno de los estados a los que representa, todo parecía ir muy bien, hasta que llegó la chica de la ciudad de México y empezó el mariachi a cantar “Mi Ciudad” e incontrolablemente me solté a llorar, no pensé en otra cosa que abrazar a mi esposa para que no notara que lloraba.
Hoy día trato de vivir el presente, disfrutar de placer como del dolor y de la nostalgia, agradeciendo cada día y todas las mañanas con el espíritu en alto.
Aunque ahora continuo viviendo en ciudad de México, ahora tengo la inquietud de saber como hubiera sido mi vida si estuviéramos allá.
Saludos
Hola David, tú historia es la de muchos expatriados o inmigrantes que por elección o por necesidad se encuentran en ambientes y lugares que no le son familiares. ¿Te permitió ésta experiencia conocerte más? ¿valorar lo que te alimenta y hace bien?. Es curioso que cuando estás lejos de tu lugar de origen quieres regresar o extrañas cosas, y cuando estás en casa quieres viajar….así es la mente inquieta que no se detiene en inventarnos necesidades o deseos que no siempre hay que salir corriendo a atender. EL hubiera no existe ¿cierto?…..si tienes la curiosidad de explorarte nuevamente viviendo en otro país, y la sola idea te apasiona….siempre podemos elegir y armar los proyectos de vida que nos motiven y entusiasmen. ¡Éxitos!
Hola Maru, casualmente antes de ayer me sentía un poco abrumada emocionalmente por una situación personal que me tenía preocupada y estresada y mirar por la ventana y contemplar la escena exterior que se desarrollaba me permitió validar la importancia de cultivar el jardín interior y constatar que realmente el mundo es el mundo que nos recreamos, el que nos figuramos y significamos con nuestras emociones y sentimientos.
A pesar de lo que suceda afuera, si nuestra mente no está en paz pues nada lo estará. Incluso, podemos llegar a ser hasta insensibles con la necesidad del otro si estamos tomados por la propia a un punto en el que solo vemos nuestros intereses.
Ese día estaba muy preocupada por el futuro y me dije “basta”, es importante orar, meditar y vivir un día a la vez, el presente. Culturalmente estamos constantemente empujados a pensar en el futuro y tomar acción y realmente hay momentos en lo que es necesario detenerse, meditar y vivir el aquí y el ahora. Ya identificaremos los recursos que nos ayuden a tomar acción.
Un abrazo!